altMás de 200 entidades de la comarca del Baix Llobregat han mostrado su apoyo a la marcha contra el paro que ha convocado la Coordinadora de Parados del Baix Llobregat. La marcha tendrá lugar desde el 22 hasta el 27 de febrero y recorrerá una veintena de municipios de la comarca.

 

 

Más de 200 entidades de la comarca del Baix Llobregat han mostrado su apoyo a la marcha contra el paro que ha convocado la Coordinadora de Parados del Baix Llobregat. La marcha tendrá lugar desde el 22 hasta el 27 de febrero y recorrerá una veintena de municipios de la comarca.

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Esta es la segunda marcha de estas características que se organiza en la comarca después de la que sumó a más de 300 personas el pasado mes de junio.

 

En seis días, más de 40 asambleas y actos y 116 kilómetros recorridos a pie en 18 municipios del Baix Llobregat y Barcelona en contra del velo que oculta a las víctimas del desempleo. «Nuestro objetivo es movilizar a los parados y conseguir que su realidad deje de ser invisible para la sociedad», afirma Maxi Calero, portavoz de la Coordinadora de Asociaciones de Personas Paradas del Baix Llobregat, en una pausa después de finalizar una comida colectiva en El Prat de Llobregat y a punto de reanudar la marcha caminando en dirección hacia el centro de la localidad y posteriormente a Sant Boi.

 

Los caminantes han estado arropados en cada etapa de su ruta por miembros de las veintena de entidades, sindicatos y partidos que han dado su apoyo a la marcha. En el inicio de la protesta, la coordinadora nacional de IVC Dolors Camats reclamó a la Generalitat que vía libre urgente a la iniciativa legislativa popular (ILP) para constituir una renta garantizada de ciudadanía como instrumento con el que luchar contra la extensión de la pobreza durante la actual crisis.

 

Aunque no es la primera marcha a pie de parados, esta ha conseguido mayor calado social después de un intenso trabajo previo para buscar aliados y complicidades. «Nuestra organización es ahora mucho mejor y tenemos más apoyo político y social», explica Calero. Sin embargo, los desempleados son un colectivo difícil de movilizar, según reconoce el miembro de la coordinadora, debido al «estado de culpabilidad en el que viven muchos parados, como si la situación económica y personal fuera culpa de ellos».

 

El movimiento a favor de los parados no es solo meramente revindicativo, sino que crea empleo a través de una cooperativa que ya está en marcha y que ha contratado a 26 personas durante varios meses para llevar a cabo varios proyectos. Ahora quieren poner en marcha la producción de biomasa, para lo que pedirán apoyo al Institut Català de Finances (ICF).

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