5112 personas inmigradas han solicitado asilo al Ayuntamiento de Barcelona durante los primeros seis meses de 2020. Casi la mitad de estas personas proceden de Colombia (1365) y Venezuela (1188), el resto son hondureños, peruanos y marroquíes. Así se desprende de los datos facilitados por el Servicio de Atención a Personas Inmigrantes (SAIER), organismo que ha atendido este semestre a más de 11000 personas, de las que el 83% se encontraban en situación irregular.
La cifra total de atenciones ha disminuido en un 10% respecto al 2019 debido al cierre de fronteras durante la crisis de la Covid-19. No obstante, desde 2016 la cifra de atenciones se ha incrementado un 45%. En cambio, los demandantes en situación irregular se han incrementado en un 5%.
Durante el periodo de confinamiento estricto, el SAIER ha repartido más de 400 comidas diarias desde la oficina de la calle Tarragona, lo que supone que entre el 2 de abril y el 26 de junio se repartieron un total de, 35110 comidas.
El servicio se reforzará con un incremento de 500.000 euros que se destinarán a las entidades que gestionan el servicio de atención y de acompañamiento a las urgencias sociales, así como a la habilitación de un nuevo espacio para poder llevarlo a cabo.
El 25% ha llegado el último año
Según los últimos datos del padrón municipal, se consolida la tendencia al alza del número de inscritos de nacionalidad extranjera en Barcelona, representando un 21,6% del total de la población. Las 360.970 personas (333.515 el 2019) suponen un máximo tanto en términos absolutos como en relativos de la historia reciente de la ciudad.
Así, en Barcelona hay representantes de 179 nacionalidades diferentes. Casi la mitad hace entre uno y cinco años que viven, mientras que un 24,6% ha llegado en el último año.
Siguiendo con la línea de 2019, el 49,6% de las personas de nacionalidad extranjera son mujeres y el 50,4% son hombres. La media de edad es de 33,8 años.