El escenario más probable que tienen en la cabeza Artur Mas y su entorno es el de elecciones anticipadas el próximo 6 de marzo. Su intención, según ya explicó el lunes en la dirección de Convergencia, es reeditar Junts pel Sí a pesar de las dificultades evidentes para volver a construir una coalición con ERC e independientes soberanistas de prestigio. Fue ayer, en el marco del programa .Cat de TV3, que el presidente en funciones hizo públicas sus intenciones y, de paso, lo aprovechó para presionar a los republicanos camino del 6-M. «Si hemos llegado hasta aquí, lo mejor es que mientras dure el proyecto [independentista] la unidad se mantenga», consideró Mas, que cree que la segunda versión de Junts pel Sí obtendría mejores resultados que en las elecciones del 27-S, cuando obtuvo 62 diputados y prácticamente el 40% de los votos. Mas presiona a JunquerasLa primera evidencia de la reedición de la candidatura, según el presidente en funciones, pasaría por construir un ejecutivo en funciones formado por CDC, ERC e independientes. La propuesta hace unos días que es conocida por la cúpula republicana, según Mas, y ayer se explicó a los diputados de Junts pel . «Ya tenemos el gobierno internamente acordado. Como que estaría en funciones, convertiríamos los comicios de marzo en una ratificación sobre el ejecutivo de la coalición «, dijo el líder de Convergencia, que indicó que sería candidato. Incluso alertó de que, si se le veta a él y al espacio político que representa, su compromiso de plegar en dieciocho meses «decaería«. Poco antes había explicado que no se consideraba un político «agarrado a la silla«. El presidente evitó en todo momento las críticas a Oriol Junqueras, presidente de los republicanos, que a lo largo de las últimas semanas ha hecho evidente su disgusto por los resultados obtenidos por Juntos el el 27-S. «Hemos hecho mucho trabajo juntos«, argumentó Mas, que situó como indispensable que la unidad «no se rompa«. Este deseo también lo hicieron público ayer dentro del grupo parlamentario de la coalición varios diputados de Convergencia, hasta el punto de que uno de los independientes, a la salida, exclamó: «A veces parece que interese la unidad por encima de todos los objetivos políticos «.

Pero constató que no se ha desatado el «nudo» en que se ha convertido la legislatura. «Es superdifícil«, destacó en referencia al calendario de las próximas horas, vitales para saber si habrá -o no- investidura. El margen negociador llega hasta mañana, día en que habría que convocar un pleno de investidura para el domingo. Si se acaba el fin de semana sin acuerdo, el presidente firmará el decreto de convocatoria de elecciones para el próximo 6 de marzo. El líder de Convergencia, de momento, no ha completado ninguna de las legislaturas que ha afrontado como presidente. Ayer reiteró que no tenía ninguna intención de dar un paso al lado. Tal y como ya ha apuntado en otras ocasiones, Mas indicó que tendría «motivos» para hacer un movimiento, pero argumentó que no lo hará porque el «problema» no es él. «Cuando esto [un estado independiente] se quiere construir sobre la base de que se puede vetar, estamos destruyendo el proyecto«, apuntó el presidente en funciones, que hizo notar -una vez másque los poderes del Estado lo quieren apartarse del panorama político. Es por eso que volvió a pedir el apoyo de la CUP a pesar de las distancias evidentes -Unión Europea, euro, política económicaque los separan y los separarán en un futuro.

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