El sábado 18 de noviembre miles de personas salieron a la calle en diferentes ciudades de España para protestar contra las nuevas medidas antisociales del gobierno socialista.
Varias organizaciones convocaron el pasado sábado una manifestación en Barcelona y otros puntos del país, con el fin de protestar contra las reformas económicas que pretenden ser aprobadas por el gobierno.
La movilización, encabezada por UGT y CCOO, reivindicaba la participación de todos los ciudadanos en contra de los recortes de los derechos sociales y laborales, lo que llaman medidas antisociales del gobierno.
La principal protesta se centró sobre todo en la intención del ejecutivo en alargar la edad de jubilación hasta los 67 años, medida ante la cual, el dirigente de CCOO en Catalunya, Joan Carles Gallego, amenazó con convocar otra huelga general, igual que la del pasado 29 de septiembre.
Secundando la advertencia, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, hizo declaraciones muy similares en la manifestación homónima convocada el mismo día en Madrid, acerca de las nuevas reformas que el Parlamento pretende ratificar el próximo 28 de enero.
La marcha partió desde Plaça Universitat y recorrió la calle Pelayo, finalizando en Plaça Urquinaona, bajo la pancarta principal que rezaba “Contra el recorte de los derechos laborales y sociales”.
El acto, que transcurrió con normalidad y sin incidentes, contó con una asistencia de 8000 personas aproximadamente, según fuentes de la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra.
A su finalización se leyó un manifiesto común en el que se rechazaron las medidas que se aprobaran el próximo mes de enero y se advirtió de la continuidad de las movilizaciones durante las siguientes semanas.
Asimismo, los dirigentes de los sindicatos hicieron hincapié en promover la participación ciudadana en contra de las reformas que promueven medidas “antisociales y antidemocráticas”, tal y como declaró Gallego.
En la manifestación también participaron otros representantes políticos como Joan Herrera, Jordi Miralles i Joan Tardà. Este último declaró que el futuro del estado del bienestar se encuentra en grave peligro e igualmente animó a los ciudadanos a participar en este tipo de protestas.
