Ocho apellidos catalanes es la segunda parte de la primera parte de Ocho apellidos vascos, película más taquillera del cine español, un éxito de asistencía de público que llenó las salas patrias en el año 2014. El mismo equipo, algunos nuevos rostros y más de lo mismo. Ocho apellidos catalanes es una comedia que sigue los mismos derroteros que su predecesora. Escenas que surgen de la nada, cuatro chascarrillos, unos caretos de circunstancias y a por otra, con un humor blanco apto para todos los públicos, donde se utilizan los arquetipos regionales pero sin pasarse, situaciones que la mayoría de veces no superan algunos de los sketchs de Polonia, la serie de humor de TV3.
La pareja de moda del cine español, Clara Lago y Dani Rovira se enfrenta a otra relación difícil de amor/desamor en tierras catalanas, Amaia se va a casar con Pau (Berto Romero) un artista, hipster y charlatán que lo mismo pinta desnudos que platica en eusquera con el padre de la novia, ese Koldo (Karra Elejalde) barbudo y oliendo a sardinas. Nunca hubo un yerno tan complaciente, pero donde esté ese Rafa castizo y chistoso que se quiten esos catalanes de ocho apellidos, y más conociendo a Roser (Rosa María Sardà) la futura suegra de Amaia, una independentista de la “aristogracia” pueblerina que está siendo engañada por Pau y otros del pueblo, que le hacen creer que Catalunya ya es independiente. Falta la aportación de la madre de la novia, Merche (Carmen Machi) que intenta por todos los medios volver a cazar a Koldo, y arreglar los entuertos de esa relación fallida de su hija.
No pueden faltar Curro y Joaquin, esos amigos de Rafa que parecen anclados en la España preconstitucional, eso sí, con sus chistes de casete de gasolinera. Todo está confeccionado para pegar otro pelotazo de público, un público que tragará con lo que le echen, y quizás disfruten de nuevo con ese calco del éxito anterior, no quiero comparar, pero la novedad de la primera película aquí no es tal. Pero como tienes unos jóvenes actores que en estado de gracia, el público los aceptará, pero la verdadera actuación viene de ese Karra Elejalde que está sobrado dando la réplica a Carmen Machi, y que decir de Rosa Maria Sardá que se mueve a sus anchas en el papel de la abuela de la Catalunya independiente. Y los fans de Berto Romero disfrutarán con ese personaje hipster pasado de rosca y dicharachero. Acompaña la función Judith (Belen Cuesta) una relaciones públicas, con deseos ocultos, que organiza la boda de Pau i Amaia, Judith es una catalana de Cangas de Morrazo, así cerramos el círculo de las autonomías históricas. No creo que esta franquicia dé para Ocho apellidos gallegos, porque esto puede acabar como una serie de sellos de tópicos regionales que cubra todo el mapa autonómico español.
Emilio Martínez Lázaro ha construido una nueva película utilizando los mismos cimientos de su anterior éxito, pero el edificio construido tiene defectos de obra, quizás las prisas o la corrección extrema para evitar el conflicto con los espectadores catalanes, nos deja una comedia inacabada, con muchos chistes tópicos, con algunas excelentes actuaciones. Una masiva distribución, una promoción mediática y el recuerdo de los Ocho apellidos vascos, pueden conseguir que este producto tenga una buena acogida.
Estreno 20 de noviembre de 2015
Director: Emilio Martinez Lazaro
Reparto: Dani Rovira, Clara Lago, Karra Elejalde, Carmen Machi, Rosa María Sardà, Berto Romero, Belen Cuesta…
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.