8 de cada 10 jóvenes trabajadores que piden asesoramiento laboral a la UGT es por fraude laboral. La sección juvenil del sindicato denuncia que las empresas aprovechan la situación de crisis y la desesperación de los jóvenes por encontrar trabajo para llevar a cabo contratos fraudulentos.
“Hay un 52% de paro entre los jóvenes pero no estamos dispuestos a trabajar a cualquier precio, tiene que haber un mínimo de condiciones laborales, salariales…”, ha remarcado el portavoz de Avalot, el sector juvenil de UGT, Daniel García, a raíz de las conclusiones del último informe sobre contratación juvenil. Durante el 2012 el sindicato ha recibido cerca de 10.000 consultas de jóvenes catalanes en el área metropolitana de Barcelona de las que un 35% han sido realizadas por jóvenes activos. Así, 8 de cada 10 trabajadores menores de 30 años ha acudido para informar sobre su situación de irregularidad. La gran mayoría alega que están contratados a tiempo parcial pero realizan la jornada completa por el mismo salario.
Se trata de un modelo de contrato laboral mal importado desde Alemania conocido como el “minijob”, con una baja remuneración laboral y un máximo de 15 horas semanales. A pesar de que fue impulsado como una medida para agilizar el mercado laboral entre los jóvenes, su aplicación no es posible en Catalunya, ha señalado el portavoz de Avalot, ya que aunque se firman contratos de cuatro horas al día, en la práctica realizan el doble por el mismo salario, 250€. Esto supone una imposibilidad de combinar dos trabajos y dificulta el proceso de emancipación digno de los jóvenes. La restauración es uno de los sectores donde más se produce esta situación y prácticamente en la pequeña y mediana empresa.
García ha reclamado un mayor patriotismo empresarial y ha denunciado que con este tipo de contratos se está realizando un fraude a la seguridad social, al trabajador y afecta negativamente al Estado de Bienestar. Del mismo modo, ha remarcado la necesidad de un cambio de visión de los empresarios para que puedan ver a los jóvenes como una inversión y como el principal activo para poder salir de la crisis. La desesperación por encontrar un trabajo fuerza a los jóvenes a la firma de estos contratos y al mismo tiempo el miedo a perder su puesto de trabajo hace que prácticamente ninguno decida denunciar su situación de irregularidad.
Desde la sección juvenil del sindicato piden al gobierno que ponga solución de manera urgente a este problema y que incremente el número de inspectores y subinspectores de trabajo. Catalunya desde 2010 cuenta con tan sólo 139 para regular toda la comunidad, por lo que no son suficientes para poder hacer frente al gran número de fraudes que sufren actualmente los jóvenes catalanes. Por último, UGT reclama una vez más que se retire la actual reforma laboral ya que no está facilitando la entrada de los jóvenes al mercado laboral y ha supuesto un 14% menos de contrataciones en el 2012.