Jesús Barrau (voz, guitarra y sintetizadores), Jesús Torres (guitarra), Diego García (bajo y gritos), Víctor Gutiérrez (batería) y Ángel son ‘palmeras negras’. Foto: Loud Music

«palmeras negras» (escrito en letras minúsculas, pero con un sonido mayúsculo) es una joven banda almeriense de rock alternativo. Su música es una amalgama de shoegaze pesado y emo noventero. En constante evolución, pueden incluso acercarnos al doomgaze o el slowcore.  No en vano, a este quinteto de la Generación Z andaluza le gusta definirse simple y llanamente como una banda «post-todo». Y así es. Tras su nacimiento a mediados de 2022 con el EP «ya no queda donde lo dejé» (Desorden Sonoro, 2022), ahora eclosionan con su primer disco, que verá la luz el próximo 7 de junio a través del sello barcelonés Loud Music. Como aperitivo, este viernes, 22 de marzo, podremos escuchar el adelanto, «si recordara», que viene acompañado de un videoclip de Rubén Carrillo y Cristina Meca, dos creadores visuales que han sabido captar la esencia de la formación.

Jesús Barrau (voz, guitarra y sintetizadores), Jesús Torres (guitarra), Diego García (bajo y gritos) y Víctor Gutiérrez (batería) —junto a Ángel, una quinta incorporación de última hora— lanzan al panorama musical independiente un grito reivindicativo de la generación nacida en la primera década del milenio. Y es que esta nueva hornada de músicos son capaces de todo. Su nuevo disco, por ejemplo, ha sido grabado, producido y mezclado por el propio Barrau. Cabe destacar que bandas como Low, Godspeed You! Black Emperor, American Football o Black Country, New Road les han servido para hacer algún que otro guiño en los arreglos del disco.

Si en «ya no queda donde lo dejé» nos obsequiaron con letras cargadas de melancolía, algo de impotencia y el miedo al futuro de la juventud, acompañadas de su característico muro de guitarras, ahora en «si recordara» nos deleitan con una reflexión sobre el valor de las palabras y una declaración de intenciones sobre cómo entienden la evolución del rock las nuevas generaciones. Todo ello convierte a «palmeras negras» en una banda singular, que huye de la gran industria musical, avistando para ellos una proyección sin límites en el actual panorama independiente. Y esto se vio claramente en su directo del Happy Moy Fest del verano pasado, donde coincidieron con los cordobeses Viva Belgrado y los granadinos Waiting For Sunset, dos de las bandas andaluzas más consolidadas en la actualidad. En su puesta en escena, dejaron patente que la melodía vocal y sensibilidad lírica de «palmeras negras» no desentona con una fuerza sonora capaz de dejar al público boquiabierto.

Almería, la tierra prometida

La esencia de la banda se refleja en su origen. Tal como describieron en el ciclo Video Killed de Radio Star. Narrativas visuales de músicos almerienses, donde «palmeras negras» fue una de las protagonistas: «Almería es una ciudad que facilita la contemplación y la nostalgia, tanto por el mar como por la lentitud de sus días, pero también acarrea opresión y truncamiento del desarrollo artístico y personal, favoreciendo la apatía y la distorsión». Toda esta miscelánea de emociones y sensaciones han servido al grupo para conseguir un estilo propio, difícil de encontrar en otras provincias de nuestro país. En resumidas cuentas, «palmeras negras» es uno de esos grupos que habrá que seguir de cerca para ver como van devorando al mainstream con cada nota que salga de sus guitarras.

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Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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