altEn el documental Catastroika el periodista griego Aris Chatzistefanou explicó el impacto de las políticas de austeridad. En Deudocracia que puede no pagarse la deuda. Y después de haber conseguido millones de descargas, aborda el problema del fascismo,

 

 

 

En el documental Catastroika el periodista griego Aris Chatzistefanou explicó el impacto de las políticas de austeridad. En Deudocracia que puede no pagarse la deuda. Y después de haber conseguido millones de descargas, aborda el problema del fascismo, en un nuevo proyecto de suscripción popular: Fascismo SL. El objetivo: explicar el fascismo como un producto del capitalismo en manos de la burguesía para destruir las organizaciones de la clase obrera cuando ya no las puede controlar. Y alertar de que lo que ocurre en Grecia es sólo el aviso de un problema mucho mayor. No aceptan financiación de empresas ni de partidos institucionales: sólo de organizaciones de jóvenes y trabajadores.

 

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L.I. Después de Catastroika y Deudocracia, ¿por qué una película sobre Alba Dorada?

 

Aris Chatzistefanou De hecho, cada día nos damos cuenta de que lo más importante no es hablar de Alba Dorada como tal, sino de cómo las élites políticas y económicas apoyan al fascismo en momentos de crisis. Hemos ido a Italia para explicar cómo el término «fascismo» fue ideado en los años 20 por un joven Mussolini, después de reunirse con la confederación de industriales. Lo mismo ocurrió con Hitler en Alemania, cuando obtuvo la luz verde para ser canciller tras una reunión en Dusseldorf con la patronal. Es simplista decir que el fascismo es sólo un instrumento de las élites que pueden activar y desactivar pulsando un botón, pero es un hecho que ningún movimiento fascista ha triunfado sin la aceptación de las élites políticas. Esto no quiere decir que sea la mejor opción para los poderosos, sino que, en momentos como estos, no tienen otra opción.

 

LI- ¿Y eso es lo que ve en Grecia?

 

AC- Los que colaboraron con los nazis en la II Guerra Mundial, ganaron la guerra civil y luego se convirtieron en el aparato del estado. Esto es muy fácil de entender en España. En tiempos de bienestar, esta gente se va a los partidos gran– des, como el Pasok y Nueva Democracia, pero en momentos de crisis se unifican en torno a un partido fascista: ocurrió en los años 30, después con la dictadura, y vuelve a pasar ahora. Y por encima de toda su retórica antisistema, Alba Dorada ha actuado durante dos años en el Parlamento como «brazo armado» de los neoliberales: han apoyado a los armadores, las privatizaciones, el cierre de la televisión públicatodo lo que el gobierno quería.

 

LI- Desde el gobierno de Samaras también se ha abierto la puerta  al  fascismo.

 

AC- ¡Claro! Hay ejemplos evidentes. Justo antes de las elecciones, el gobierno del Pasok montó un circo mediático con un grupo de mujeres a las que acusaba de ser prostitutas extranjeras y de transmitir el Sida: ¡las pusieron ante las cámaras! Luego resultó que ni eran extranjeras ni eran prostitutas… Y no olvides que en Grecia tenemos campos de concentración, que al principio eran para inmigrantes y ahora son también para toxicómanos e indigentes. Para esto se llama nazismo de estado

 

LI- Para el gobierno griego  el problema  son  los  «extremismos«:Syriza y Alba Dorada

 

A C — Es la teoría de los dos extremos. Comparan Alba Dorada con Syriza, que para es un partido de la izquierda moderada, que defiende políticas muy parecidas a las de la socialdemocracia de los años 80 o las de la democracia cristiana de los 70. Y si la gente de Syriza, con quienes vamos a los bares o al cine, son como los neonazisentonces ¿qué  tienen de  malo los neonazis? Es una forma de banalizar el fascismo y de legitimar– les. Es en este sentido que el centro político promueve el fascismo, que también ha tenido mucha presencia en los medios de comunicación en los últimos diez años.
 

LI- Pero los líderes de Alba Dorada  están  procesados.
 

AC– Como pasó en Turquía en septiembre de 1980: el día del golpe de Estado el general Evren ordenó detener líderes sindicales y también dirigentes de la extrema derecha: se quiso presentar como el representante de la ley y el orden, que actuaba contra «los extremos» para salvar el país. Pero destruyó totalmente a la izquierda y a los sindicatos y, en cambio, en las cloacas del poder sólo se limitó a poner un poco de orden. Y creo que esto es lo que está haciendo Samaras. No hay que olvidar que algunos antiguos dirigentes neonazis están en Nueva Democracia y que antes del asesinato del cantante Pavlos Fysas se planteaban hacer un acuerdo de gobierno. Con el asesinato Alba Dorada bajó en las encuesta, pero ¡aún mantiene un 10%! Ahora que todo el mundo sabe que son unos asesinos, el problema no ha terminado.
 

LI- Pero ¿cómo ha llegado un grupo neonazi a tener el 10% en las encuestas? Los hemos visto repartiendo comida en las calles o acompañando a las abuelas al cajero..
 

AC- Walter Benjamin decía que el fascismo es el resultado de una revolución perdida. Y en Grecia la izquierda ha perdido muchas revoluciones: se ha quedado en confortables despachos o salas de estar en lugar de salir a la calle. Y yo me incluyo en la autocrítica. Cuando en un barrio tienen problemas serios y dicen que ya no pueden tener más inmigrantes… no podemos responder que está lleno de fascistas. Lo que hace Alba Dorada es un circo, un teatro, pero la apariencia es que intentan dar soluciones a los problemas que sufre la gentemientras que la izquierda únicamente se dedica a negarlos. No hay que olvidar que el EAM (Frente de Liberación Nacional) y el ELAS (Ejército Popular de Liberación Nacional), los grupos que combatieron en la guerra civil, se hicieron un nombre repartiendo alimentos bajo la ocupación nazi. Somos demasiado elitistas para bajar a tierra y ayudar a la gente: tenemos grandes análisis, pero no damos respuestas allí donde nos las piden. Y no sabemos ofrecer alternativas concretas. Si la izquierda hubiera estado en la calle, ahora sería el gobierno.
 

LI-¿Cómo se financia Alba Dorada?

 

AC- Uno de los objetivos del documental es desvelar los nombres de los armadores griegos que financian Alba Dorada. Quizás no podremos llegar hasta los grandes magnates, que saben cómo ocultar sus negocios, pero queremos sacar nombres.

 

LI- ¿Y no tiene miedo? En Grecia hay represalias contra muchos periodistas.

 

AC-Hay diputados de Nueva Democracia que me han amenazado desde la tribuna del Parlamento. Tratan de destruirnos económicamente: nosotros no podemos encontrar trabajo en un medio de comunicación. Ahora trabajo para nuevos me- dios fundados por periodistas, y tengo un programa de radio… En Grecia sólo puedes trabajar cinco veces más para ganar cinco veces menosPero hacerse un nombre también es una manera de protegerse.
 

LI- En Grecia están surgiendo muchos  medios  alternativos: ¿con la credibilidad de los gran– des partidos, se  hunde  también la del sistema mediático que éstos  dominaban?.
 

AC- Antes del 2008 los medios actuaban con el doble rol de siempre: por un lado son empresas que necesitan beneficios y por otro aparatos de propaganda de los capita- listas. Desde el inicio de la crisis se han olvidado de la primera parte, de tener la aceptación de la audiencia. Ahora sólo se preocupan de la lucha por la supervivencia del sistema. El sistema mediático griego es la Corea del norte de Europa. ¡Incluso les molestaba la TV pública que decía todo lo que el gobierno quería! Antes hacíamos broma diciendo que acabaríamos con la censura de la Junta. Pero ahora ya es una realidad: nos enteramos de los antifascistas torturados en las comisarías por los artículos del diario británico The Guardian y el escándalo del Banco del Pireo por la agencia Reuters. Y los grandes medios griegos no de- cían ni una palabra. Hay medios alternativos, fundados por periodistas, con los que colaboro, pero si no con- trolas las grandes frecuencias, no puedes llegar a la mayoría de la gente: ni a mi abuela, ni a la gente que llega agotada a casa después de trabajar en tres sitios y sólo tiene ánimos para poner la televisión.

 

LI- participaste en la lucha contra el cierre de ERT, la televisión  pública.

 

AC- La gente ha estado trabajando cinco meses sin cobrar el sueldo. Ha sido heroico. Y luego los desalojó la policía, y se encerraron simbólicamente en la Politécnica, en el 40 aniversario de la revuelta estudiantil y la dictadura… ha sido un golpe de estado financiero.

 

LI- ¿Qué piensas de Syriza?

 

AC– En el último discurso de Tsipras en la universidad de Texas quedó muy claro: y Samaras aprovechó para recordarle que no veía diferencias de fondo en su proyecto hacia Europa. Para , el principal problema de Syriza es que para poner en marcha una alternativa económica sería necesario un movimiento de masas enorme, como los que vimos hace unos años en América Latina. No estoy del todo de acuerdo con Morales ni con Chávez, pero ellos cuando querían algo movían millones de personas. Y parece que a Syriza eso no les preocupa demasiado.
 

 

LI- ¿Tiene futuro el gobierno Samaras?

 

A.C- ¡Hace tiempo que en Grecia dejamos de hacer previsiones a más de  una  semana!  Lo  que  puedo percibir es que a la gente no le gusta Nueva  Democraciapero  también me parece que ha calado un sentimiento de pánico que si gana Syriza todo se hundirá. Si Syriza quiere hacer un cambio radical, el estado pro- fundo puede destruirla con represión. Si quieren un acuerdo, pueden obtener algunas concesiones. Lo que necesitamos en Grecia es alguien que explique claramente a la gente que la única salida provocará una situación muy difícil: declarar la quiebra, dejar de pagar la deuda, salir del euro, nacionalizar los bancos e imponer un control al flujo de capita- les… eso es lo que tenemos que hacer y será el infierno durante 6 meses. Pero es la única salida. Y si la gente lo acepta podemos ir adelante, si no el primer paso será tan
difícil que no se podrá aguantar.
 

LI- ¿Un último mensaje?
 

AC- Queremos que la gente nos ayude a «coproducir» esta película porque ya no se trata sólo de Grecia. El fascismo está en toda Europa. El gobierno griego nos dice que Alba Dorada no es un resultado de la crisis, argumentando que en España y Portugal también sufren la austeridad y la troika y, en cambio, no tienen neonazis en el Parlamento. Pues yo creo que la única diferencia es que los griegos hemos perdido un 33 % de poder adquisitivo, mientras que en España la caída es del 8 %. Debéis estar atentos a todo lo que pasa en Grecia, porque nosotros vamos un paso por delante. Y aquí sabéis bien qué es el fascismo: no os creeríais como, en cosa de un mes, pueden pasar del 0,5 al 15 %.

Nota: Podéis encontrar toda la información del proyecto y hacer    aportaciones económicas para hacerlo realidad en: fascism-inc.com.

 

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