Viajar siempre es un placer para la mayoría de personas, aunque no está exento de imprevistos que pueden convertir nuestra aventura en una pesadilla. Por eso, siempre es importante decidirnos por contratar un seguro de viaje que nos haga más plácida y segura la estancia en el país de destino. No obstante, debemos tener claro que los seguros de viaje cubren buena parte de las incidencias que podamos sufrir, aunque existen otros supuestos que quedan fuera de algunas eventualidades.

Así, cuando adquirimos un seguro de viaje debemos ser cautos y no confiarnos. En este sentido, debemos tener claro que no todos los siniestros o imprevistos los cubre el seguro cuando viajemos. Obviamente, la cobertura irá ligada, en gran medida, a las condiciones o prestaciones del seguro de viaje que hayamos contratado, que harán variar el precio final del mismo.

¿Qué es lo que no suelen cubrir los seguros de viaje?

Principalmente, las exclusiones hacen referencia a hechos poco comunes como:

Las tragedias sufridas o incidentes acontecidos vinculados a acciones bélicas como las guerras o situaciones armadas parecidas (hay aseguradoras, por ejemplo, que disponen de listas de países excluidos donde no entra el seguro).
Las situaciones en las que podamos sufrir accidentes derivados de campeonatos varios, torneos deportivos, apuestas, desafíos singulares o deportes de contacto como el boxeo o las artes marciales. También actividades derivadas de los deportes de aventura o, incluso, los rescates (montaña, desierto, mar, etc.).
Las enfermedades, afecciones o dolencias preexistentes (exceptuando una urgencia vital). Esto es, las enfermedades que se han contraído o se padecen desde antes del viaje. Algunos seguros excluyen también enfermedades como la malaria, puesto que se recomienda o es obligatoria la vacuna antes de viajar a países con esa enfermedad. Tampoco se incluyen los gastos en lentillas, gafas o piezas ortopédicas.
Los actos de terrorismo. Algo que no suele ser habitual, pero no está excluido de los supuestos de un viaje dependiendo del destino final.
El hurto de maletas o equipajes, algo que suele ser más frecuente. También el robo de joyas, documentos o dinero si se encuentran en tiendas de camapaña.

La importancia de contratar seguros de viaje

Como decimos, los seguros de viaje resuelven situaciones incómodas y minimizar riesgos a los viajeros. Además, nos cubren determinados gastos económicos si sufrimos algún siniestro. Por estas razones, al viajar al extranjero, es recomendable y de sentido común contratar un seguro para viajar. Es importante recalcar que la mayoría de los seguros de viaje, como el Seguro de Viaje Travel Protection ofrecido por American Express, disponen de un amplio espectro de protección. Este tipo de seguros son fáciles de adquirir -incluso de forma online- y se adaptan a cada tipo de viajero: personas solas, parejas, familias, grupos, etc. Algunas de las coberturas que ofrecen son:

Urgencias hospitalarias o médicas, por si cuando estamos fuera de nuestro país sufrimos algún percance físico que nos impide continuar con el viaje o sufrir problemas de salud. Algunos seguros también incluyen protección contra la covid-19 por si tenemos la mala fortuna de contraer el virus lejos de casa.
Indemnización por la cancelación del viaje. Muy útil por si a última hora decidimos anular nuestros planes o por razones ajenas a nuestra voluntad se cancela nuestra travesía.
Seguro de equipaje, maletas, etc. Como decíamos anteriormente, suele ocurrir en ocasiones que nuestro equipaje se extravía o se hurte. Por eso, en determinado seguros sí se incluye una indemnización acorde con el valor de nuestras pertenecías. Así siempre estarán protegidas ante cualquier imprevisto, o al menos recibiremos una contraprestación si desaparecen.
Protección por responsabilidad civil. Este seguro es quizás de los más importantes junto al de las urgencias hospitalarias, porque nos protege en caso de que seamos los causantes de un accidente o perjuicio contra terceras personas.

Así pues, debemos dedicar un tiempo a comparar seguros de viaje antes de iniciar nuestra aventura o desplazamiento profesional porque no todos los contratos cubren las mismas eventualidades. No obstante, la mayoría sirven de amortiguador ante aquellos imprevistos que, a veces, son difíciles de prever.