El 28 de noviembre de 1936 el rector de la Universidad de Granada, Antonio Marín Ocete, “comunica a la Junta Técnica que (D. Jesús Yoldi Bereau) no se presentó a su destino a efecto D, 39”, según consta en el expediente de depuración de la cátedra de Jesús Yoldi Bereau, año 1936 (Archivo Central de Educación, Madrid; 93968, exp. 189).
Es obvio el cinismo del comunicado, pues el citado rector franquista sabía de sobra que el profesor Yoldi Bereau había sido fusilado el 23 de octubre de 1936, sin juicio previo alguno, contra las tapias del cementerio granadino. Precisamente ese mismo día era también fusilado el ex rector Salvador Vila, destituido de su cargo el 18 de julio de 1936. De hecho, seis profesores de la Universidad de Granada fueron fusilados en 1936, el número más alto de profesores asesinados en términos relativos de cualquier otra universidad española. Sin embargo, así como de algunos de ellos ya se han publicado valiosas monografías rescatando su memoria, hasta hace pocos años prácticamente nadie en Granada conocía el nombre de Jesús Yoldi, incluso en la propia Universidad o en el Ayuntamiento de Granada, del que fue alcalde en 1932. Fue a raíz del Centenario de los estudios de Química en Granada en 2013 cuando comenzó a rescatarse del silencio y del olvido la figura de quien fue catedrático de Química y alcalde de la ciudad, con la publicación de artículos y capítulos de libro en su memoria, así como con una recepción en el Rectorado a la familia del profesor Yoldi y un acto académico en la Facultad de Ciencias celebrado en su honor, para finalmente conseguir el 19 de abril de 2017, tras varias gestiones en el Rectorado y el Ayuntamiento, que la calle del campus de Fuentenueva, entre la Facultad de Ciencias y el edificio Politécnico, llevara su nombre.
Las líneas que siguen pretenden proporcionar una muy breve semblanza de Jesús Yoldi Bereau, tanto de su perfil científico y académico como del político y social.
(Gran parte del texto presente recoge información incluida en un capítulo del libro Un siglo de Estudios de Química en Granada (1913–2013), publicado por la Editorial de la Universidad de Granada en mayo de 2014, así como en los artículos “Jesús Yoldi Bereau (1894–1936), el profesor de Química que no se presentó a su destino”, Anales de Química 110(4), 286–293 (2014) y “La represión franquista contra la intelectualidad granadina. El caso de Jesús Yoldi Bereau”, Historia Actual Online 46(2), 73–89 (2018), donde se incluyen las referencias y notas bibliográficas aquí omitidas.)
Jesús Yoldi Bereau, catedrático de Química de la Universidad de Granada
Jesús Yoldi Bereau nació el 4 de diciembre de 1894 en Arizkun (Navarra), realizó sus estudios de bachillerato en Zaragoza y posteriormente cursó los estudios de Ciencias Químicas en la Universidad de Zaragoza, obteniendo la licenciatura con Premio Extraordinario en 1915. Posteriormente realizó los cursos de doctorado en la Universidad Central de Madrid, alcanzando el grado de Doctor en Ciencias, Sección de Químicas, por dicha universidad en 1917. Tras un año en la Universidad de Zaragoza como profesor encargado de curso de Química General, se traslada a la Universidad de Sevilla como profesor auxiliar interino de Química Inorgánica, obteniendo luego por oposición la cátedra de Química General de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Sevilla en 1922, aunque impartiendo su docencia en el curso preparatorio de Medicina y Farmacia en Cádiz. Finalmente, en 1924 accede por traslado a la Universidad de Granada como catedrático de Química General de la Facultad de Ciencias. Ya en Granada, el profesor Yoldi se casó en 1928 con Beatriz Pérez Pérez, natural de Capileira (Granada), con quien tuvo tres hijos: Jesús, Antonio Luis y Victoriano.
Durante los 12 años como catedrático de la Universidad de Granada, el profesor Yoldi impartió los cursos de Química General y Química Experimental, así como los de Química Analítica que tenía acumulados, aunque en ocasiones impartió también los de Electroquímica y los de Química Técnica, todos ellos en la Facultad de Ciencias, además de cursos adicionales en las facultades de Medicina y de Farmacia. En 1927 el profesor Yoldi acondicionó los laboratorios de Química General para su uso en los trabajos de Química Analítica con cargo al presupuesto de Cultura. Dentro de su labor docente se encuentran también las visitas con sus estudiantes a empresas químicas de la zona, así como a instalaciones industriales de Sevilla y Peñarroya, de lo que queda constancia escrita y fotográfica, destacando la presencia de alumnas en estas actividades. Las últimas actas que se conservan del profesor Yoldi son las de Química Experimental, de 19 de junio, y las de Química Analítica, de 24 de junio de 1936, no habiendo ya acta alguna en la convocatoria de septiembre de ese año.
El profesor Yoldi tuvo el honor de impartir el discurso de apertura del curso 1929/30, “El elemento químico: su evolución y concepto actual”, el 1 de octubre de 1929 en el Paraninfo de la Universidad de Granada, y cuyo contenido pone de manifiesto su profundo conocimiento en los últimos avances de la Química. Por otra parte, el 28 de abril de 1930 visita la Universidad de Granada, impartiendo dos conferencias, Enrique Moles Ormella, catedrático de la Universidad Central de Madrid y que dos años después sería el director de la sección de Química Física del Instituto Nacional de Física y Química en Madrid, el químico más emblemático de la llamada Edad de Plata de la Ciencia Española. Coincidiendo con su visita se crea en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada la sección local de la Sociedad Española de Física y Química (SEFQ), de cuya directiva el profesor Yoldi sería secretario y posteriormente vocal. Dentro de esta sección de la Sociedad, el profesor Yoldi participa en reuniones nacionales de la misma y en las propias reuniones locales, exponiendo y presentando diversas comunicaciones científicas sobre sus investigaciones.
El profesor Yoldi tuvo también ocasión de recibir a personalidades mundiales de la ciencia. Así, en febrero de 1928, Pieter Zeeman, premio Nobel de Física en 1902, visitó Granada antes de asistir en Madrid a los actos de celebración del XXV aniversario de la SEFQ. En la foto de la figura 3 aparece el Dr. Zeeman con su esposa Johanna E. Lebret, Yoldi y otros profesores de la Facultad de Ciencias en el Jardín Botánico, contiguo entonces a dicha Facultad. Ya en tiempos de la República, a finales de abril de 1931, Marie Curie, premio Nobel de Física en 1903 y premio Nobel de Química en 1911, visitó Granada en compañía de su hija Ève, siendo recibidas en el Hotel Palace por diversas personalidades civiles y académicas, entre ellas Jesús Yoldi. Más allá de eso, el profesor Yoldi mantuvo también una intensa actividad pública y vinculación en diversos acontecimientos culturales de la ciudad. Por ejemplo, en el estreno de la obra Mariana Pineda de Federico García Lorca en mayo de 1929, como se muestra en la foto de la figura 4, en la que el profesor Yoldi aparece junto al poeta y a personalidades políticas, culturales y artísticas de la época.
Por otra parte, y dentro de sus actividades académicas, el profesor Yoldi tuvo también una importante actividad institucional. Así, en el curso 1931/32 fue miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad con el rector José Pareja Yébenes, en representación de la Facultad de Ciencias. Así mismo, en el curso 1932/33 formó parte del “Personal Directivo” de la Universidad de Granada como miembro del Consejo del Patronato en el cupo dedicado a los vocales catedráticos, representando también a la Facultad de Ciencias. Debe aquí mencionarse la faceta de universitario crítico de Jesús Yoldi en los difíciles momentos del triunfo del Frente Popular. Así, el profesor Yoldi fue uno de los ocho claustrales que en la Sesión de Claustro de 7 de abril de 1936 votó la moción de censura contra el rector, Antonio Marín Ocete, y su Junta de Gobierno por el cierre de la universidad y las medidas represivas tomadas por los conflictos estudiantiles. Cinco de los claustrales que votaron la moción de censura, incluyendo al propio Jesús Yoldi, serían fusilados meses después tras el fallido golpe de estado de 18 de julio.
Precisamente la última Junta de la Facultad de Ciencias, antes del citado 18 de julio, se celebró el 12 de junio, siendo presidida por el decano, Gonzalo Gallas, y a la que asistieron doce profesores, entre ellos Jesús Yoldi. En ninguna de las actas de la Junta de Facultad, posteriores a la muerte de Jesús Yoldi, se hace referencia ni mención alguna a su ausencia.
Jesús Yoldi, alcalde republicano de Granada
Tal vez la primera pregunta que surge a la vista de la trayectoria científica y académica de Jesús Yoldi es, ¿qué llevó a un químico como él a meterse en política y a aceptar la alcaldía de Granada? Incluso podríamos hacerla más general, ¿qué llevó a personas con una buena posición social y un sueldo asegurado a hacerse republicanos? Un referente intelectual para todos los ilustrados de clase media como era el filósofo José Ortega y Gasset afirmaba en 1923 la necesidad de vivir “de espaldas a la política”; mientras que en 1930, le recordaba a todos los intelectuales que “cuando llegan tiempos de crisis profunda es obligatorio para todos salir de su profesión”. Entre ambas fechas en España había tenido lugar una dictadura militar que llevaría a la mayoría de la población a identificar dictadura con monarquía y democracia con república. Una dictadura que bajó el jornal en el campo de 6 a 4 ptas. entre 1923 y 1929 e hizo insoportable la vida a trabajadores y clase media elevando los impuestos hasta un 40%. Jesús Yoldi consideró que el régimen de libertad que se imponía después del día de júbilo del 14 de abril de 1931 era la oportunidad que muchas generaciones desde un siglo antes venían buscando y primero se afilió al Partido Republicano Autónomo de Granada (PRAG) y después, a Izquierda Republicana, el partido de Manuel Azaña. Como miembro del PRAG, el profesor Yoldi resultó elegido concejal del Ayuntamiento de Granada, dentro de la coalición republicano–socialista, en las elecciones municipales celebradas el 12 de abril de 1931, siendo uno de los firmantes del acta de la toma de posesión del Ayuntamiento de la República.
A cumplir con esa tarea política dedicó el profesor Yoldi toda su energía, formación y capacidad intelectual e incluso su patrimonio. En la primera corporación republicana de Granada, constituida el 15 de abril de 1931 y presidida por José Martín Barrales (35 votos), Yoldi fue nombrado quinto teniente de alcalde con 39 votos.
El 27 de abril de 1932 Jesús Yoldi es nombrado alcalde de Granada. En su discurso de nombramiento reitera el agradecimiento, su voluntad y optimismo para trabajar por el bien de Granada junto al resto de concejales, sintetizando su programa en el lema: “Dinero, trabajo, sanidad y cultura”. Como alcalde tuvo que representar la posición de Granada ante el Estatuto andaluz y la conveniencia de formar parte de la mancomunidad andaluza. La ponencia municipal apoyada por todos los grupos municipales defendía que era artificial la propuesta de Andalucía como una sola región autónoma dentro de la nación española; defendía la creación de la Región Andaluza Oriental, entidad autónoma constituida por Almería, Granada, Málaga y Jaén, unidas históricamente por lazos de todo tipo, como núcleo político administrativo, regido por un Estatuto.
Otro de los problemas acuciantes que el profesor Yoldi tuvo fue el suministro de “harinas a los panaderos en debidas condiciones y precio” y el control del precio del pan. A finales de abril de 1932 declaraba: “debido a la constante gestión del gobernador cerca de los harineros, el Ayuntamiento ha adquirido y sigue adquiriendo las harinas en cantidad bastante para luego ponerlas a disposición de los panaderos a precio de tasa. Lo mismo ha conseguido del Ayuntamiento en cuanto a la adquisición de patatas, logrando que este producto se haya abaratado”. El 17 de junio se calculaba que las reservas de trigo en la ciudad se agotarían en una semana. Ante estas dificultades, el 24 de junio el alcalde de Granada se puso en contacto con el gobernador de Cádiz, el granadino Joaquín García Labella, quien confirmó que desde varios pueblos de la provincia de Cádiz “se habían facturado diversas partidas de trigo con dirección a Granada”, pero algunas expediciones se encontraban detenidas en las estaciones de Utrera, La Carlota y Marchena. El gobernador civil de Sevilla tuvo que intervenir y el 29 de junio llegaban a Granada 13 vagones cargados de trigo, lo que permitió al alcalde decir que: “La situación harinera iba cada vez mejorando”.
El paro existente originaba demandas frente al Ayuntamiento. Así, en junio de 1932 unos 100 militantes de la CNT se concentraron en el domicilio del alcalde pidiendo trabajo. Reunidos con el alcalde, reclamaron la creación de una “Bolsa”, que se aumentaran las obras municipales y se exigiera a los propietarios el revoco de fachadas, entre otras peticiones. La respuesta del alcalde fue: “Yo no puedo hacer más que gestionar que el Ayuntamiento tenga dinero y hacer estas gestiones de la forma más rápida posible”. “Me dijeron… que en Granada los propietarios no habían hecho una sola obra desde el advenimiento de la República. Quedé petrificado… desde la implantación del nuevo régimen se han hecho en la ciudad más obras que en 30 años de monarquía…”.
El profesor Yoldi defendió abiertamente y de forma decidida la legalidad de la República ante la sublevación del General Sanjurjo el 10 de agosto de 1932. Su intervención durante “la Sanjurjada” quedó fielmente reflejada en el periódico El Defensor de Granada, en un artículo titulado “Memorias de un testigo. La intentona de los monárquicos y los sucesos de Granada”, firmado por Vicente Almagro el 23 de agosto de 1932: “El Ayuntamiento tenía un alcalde; pero un alcalde de cuerpo entero… la figura de Yoldi ha sido gigante. En los momentos más difíciles no le hemos visto una debilidad, ni una tibieza, ni un decaimiento de su republicanismo. Ha demostrado que ama a la República y que es de temple duro y de forja recia republicana. Granada liberal debe rendirle en su día pleitesía de admiración…”.
La debilidad de su posición política dentro de la corporación municipal le llevó la noche del viernes 23 de septiembre de 1932 a presentar su dimisión irrevocable del cargo de alcalde en un tumultuoso pleno.
El día de su dimisión forzosa, Yoldi aseguró que se marchaba “para no volver más por el Ayuntamiento”, aunque no cumplió su promesa. El 20 de febrero de 1936 se repusieron en sus puestos a los concejales republicanos elegidos el 12 de abril de 1931. Entre ellos se encontraba Jesús Yoldi. “El público les hizo un entusiástico recibimiento. Durante algún tiempo el profesor Yoldi asistió a los plenos municipales, aunque ya nunca ocupó cargo de responsabilidad”.
Epílogo
En julio de 1936 Jesús Yoldi es detenido por falangistas y miembros de la Guardia Civil que apoyaban a los militares sublevados, mientras se encontraba de vacaciones en Capileira, el pueblo de su esposa. En las Alpujarras le habían ofrecido pasarlo a la zona republicana, a lo que él se negó por no dejar a su familia abandonada y porque consideraba que no había motivos para temer represalias.
Inicialmente conducido a la calle Duquesa, donde los golpistas tenían su “Gobierno Civil”, se le trasladó luego a la cárcel para ser finalmente llevado a “Las Colonias” de Víznar. Allí fue obligado, junto con Joaquín García Labella, catedrático de Derecho Político, a cavar las fosas y a enterrar en el barranco de Víznar a los que habían sido sus amigos y compañeros fieles al Gobierno de la Segunda República Española. Joaquín García Labella fue fusilado en el cementerio de Granada el 25 de agosto de 1936. Al profesor Yoldi se le concedió en septiembre un “permiso” de tres días que pasó en su casa, volviendo posteriormente a ser encerrado en la cárcel de Granada.
El 23 de octubre de 1936, Jesús Yoldi Bereau fue fusilado contra las tapias del cementerio granadino. En el Registro Civil del Campillo queda anotado que Yoldi Bereau “falleció en la demarcación de este distrito el día 23 del actual a consecuencia de heridas por arma de fuego, según resulta de la orden recibida y su cadáver recibió sepultura en el cementerio de esta capital”.
Los restos del profesor Yoldi descansan hoy, junto con los de su esposa y los de sus hijos Victoriano y Antonio Luis, en el cementerio de Capileira.
Ochenta años después de su asesinato, el Ayuntamiento de Granada, aceptando una iniciativa popular, decidió nombrar a una de sus calles como “Alcalde Yoldi Bereau”. Se rescató así del olvido y del silencio a Jesús Yoldi Bereau, alcalde de Granada.