Textos de Aida Míguez e ilustraciones del dibujante Evelio Gómez, ambos colaboradores habituales de Revista R@mbla, fueron los protagonistas del día de Sant Jordi en la librería Taifa de la calle Verdi de Barcelona. A través de una original conjugación de sus obras con los libros que copaban las estanterías de la librería, ofrecían a los clientes de Taifa la posibilidad de disfrutar de un breve momento de lectura antes de comprar el imprescindible libro del día del patrón de Cataluña. Un Sant Jordi que parecía tener todo en su contra: la previsión de lluvias, el calendario atípico que situó la jornada en plena Semana Santa y las pocas ganas de gastar. Pero, al final, los astros se alinearon y la celebración de Sant Jordi empujó a la gente a la calle para cumplir con el ritual de regalar una rosa y un libro.

Calles llenas, colas para comprar libros y conseguir firmas, rosas en las manos, sol en el cielo, turistas con los ojos abiertos y la cámara en la mano formaron un combo perfecto para que el Gremio de Libreros calificase la jornada de “positiva”. Jornada durante la que se estima que se facturaron alrededor de 19 millones de euros, lo que supone el 10% de los ingresos por ventas de libros de todo el año.

A la pregunta de quién vendió más en Sant Jordi sólo hay una respuesta clara. Los que más, Albert Espinosa que, según el Gremi de Llibreters, encabezó las listas de más vendidos en ficción tanto en catalán como en castellano, y Stéphane Hessel, que logró el mismo doblete con ‘¡Indignaos!’ Bastante claros también los siguientes lugares del podio: Ramón Solsona y ‘L’home de la maleta’ en literatura en catalán, Javier Marías y ‘Los enamoramientos’ y Javier Sierra y ‘El ángel perdido’ en castellano, y Eduard Punset y sus ‘Excusas para no pensar’ en no ficción.

Nunca ha habido un Sant Jordi con tantos turistas en las calles. Con los ojos abiertos algunos, resoplando otros por las aglomeraciones. Muchos italianos, franceses, del resto de España. Algún japonés que se topó con el homenaje que les dedicó la Generalitat en la Sagrada Familia, en recuerdo de las víctimas del tsunami. Llenaron las calles pero no compraron libros. Sí bastantes de ellos  rosas. Aunque estas no superaron las cinco millones de unidades vendidas, un 20% menos que el año pasado. La tradicional rosa roja fue la protagonista de la jornada, aunque también tuvieron una buena salida las amarillas, las naranjas y los rosales.

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