El periodista vasco Pablo González fue detenido el pasado domingo de madrugada por la policía polaca mientras informaba sobre la situación de los refugiados ucranianos en la frontera. Su abogado, Gonzalo Boye, denuncia que más de veinticuatro horas después todavía sigue encarcelado y advierte que «ante este tipo de arbitrariedades el silencio de muchos acaba siendo complicidad».

González es colaborador de medios como por ejemplo la Sexta, Gara o Público, y ahora se encuentra incomunicado en dependencias policiales de la ciudad fronteriza de Rzeszów. Por ahora, solo se sabe que lo acusan de «acciones contra el interés del estado polaco».

Unas semanas antes, el 6 de febrero, ya fue detenido por los servicios de inteligencia ucranianos cuando informaba sobre la situación del Donbass, antes de la invasión. Durante el interrogatorio, Pablo González fue acusado de «prorruso», le reprocharon haber trabajado en Gara y de tener una tarjeta de crédito de Laboral Kutxa, una entidad vasca. Con el añadido del conocimiento de la lengua rusa, lo invitaron «a marcharse del estado».

Cómo explica Público, paralelamente, agentes del CNI se presentaron en casa de familiares del periodista en el País Vasco y Cataluña para interrogar sobre la vida de González para comprobar si realmente era prorruso. Además, los agentes advirtieron que había sido acusado de trabajar en Gara, «un medio afín a ETA y subvencionado por Rusia» e incluso de «pasar información a Rusia».

A raíz de esto, el periodista volvió al País Vasco. Sin embargo, cuando empezó la invasión rusa, se dirigió a Polonia para trabajar. La madrugada del 28 de febrero fue detenido por la policía polaca.

El gobierno vasco afirma que sigue el caso de cerca, EH Bildu ha solicitado información al parlamento español y al europeo, y el diputado Jon Inarritu ha denunciado la inacción del gobierno central. Del mismo modo, Izquierda Unida ha pedido al Ministerio de Exteriores que intervenga de forma urgente y son diversos los periodistas que se quejan del comportamiento de las autoridades españolas.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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