La minería es un sector que siempre ha estado en crisis, dice Jesús, uno de los barrenistas que trabaja en el pozo María Luisa de Asturias. Su trabajo del día a día consiste en abrir camino en los túneles; en los pozos. Araceli, su mujer, lleva seis años como ayudante de minero. “Me pagan mil cien euros para descender 700 metros bajo la tierra y jugarme la vida”. Ambos conforman una de tantas familias que viven directamente de la minería; tienen tres hijos y una incertidumbre grande pues ven negro el futuro que les espera por las severas dificultades que atraviesa el sector. Más allá de los recortes, aseguran que cada plan siempre ha supuesto entrar en una nueva crisis y que toda la vida ha sido así; pero esta vez están convencidos de luchar hasta el final.
¿Es que no se ve la salida del túnel?
Jesús: Pero es que va a desaparecer el sector: no es que se cierra una empresa porque no es rentable para dar paso a otra rentable, no, se va a cerrar todo el sector, al día de hoy no hay ninguna rentable y toda la que se acoja a los planes aunque llegue al 2018 porque se supone que si una empresa es rentable puede continuar, es una quimera; porque si a estas empresas les obligas a devolver las ayudas qué más les da que en el 2018 sean rentables si tienen que devolver mil millones de pesetas. Ahora mismo se está trayendo carbón de Colombia, pero si se mira en qué condiciones laborales extraen ese carbón, a lo mejor se llega a la conclusión de que los que están explotados son los mineros de allí.
Araceli: Y luego vas a hacer el paripé a la ONU, a Kioto…
Jesús: Y es verdad que hay hasta explotación infantil. Pasa lo mismo con el carbón chino. Y ya no te hablo como minero: tengo la sensación de que nos están estafando. Yo lo he oído toda la vida: no somos competitivos, no somos competitivos, ¡con qué! ¡Comparado con qué! Todos saben qué pasa en China. Un obrero en una fábrica china desde que amanece hasta la noche trabaja y algunos hasta viven allí. Tú no puedes hacer una sociedad competitiva con otra que no garantiza sus derechos laborales; que no tiene seguridad de ningún tipo y encima que lo que les pagan no les cubren sus necesidades básicas. Hace algunos años no íbamos por mal camino: no se hacían campañas públicas contra Adidas o contra Nike, pero se denunciaba…: vendes esto, pero lo produces cuatro veces más barato y en qué condiciones; lo mismo está pasando ahora en el sector de la minería y son las empresas eléctricas las que salen más beneficiadas de todo esto. El carbón español está subvencionado digamos en la explotación, se extrae pero luego resulta que subvencionan a las eléctricas para que quemen nuestro carbón. Es que… es difícil de explicarlo, porque les interesa más el carbón de afuera. Y yo digo una cosa: si la sociedad me está ayudando a mi como trabajador para que mi producto sea competitivo ante lo que viene de fuera y a la vez otra empresa de esta sociedad presiona al mismo gobierno para que le de ayudas para quemar… pienso que deberían revisarse muchas cosas. Cuando hace algunos años nuestro carbón era más barato que el carbón extranjero las empresas eléctricas tenían la indecencia de decirle al gobierno de que subiéramos nuestra capacidad de producción. Ahora es un sector a liquidar y no sé si nos están pasando factura por reivindicativos que somos.
Algo complejo el mundo de las minas…
Jesús: Yo creo que nadie se puede hacer una idea de la mina hasta que se mete en ella. Es un mundo difícil de entender, difícil de explicar y poco conocido. Cuando yo entré por primera vez a una mina me acababa de licenciar del servicio militar. Entré a las siete de la mañana y a las diez estuve a punto de tirar la toalla y salir de ahí. Y dije: Dios mío a donde me he metido. Imagínate, sin conocer nada. A mi me metieron a una rampla con los picadores, una rampla de 40 centímetros y echada. Imagínate un campo de fútbol que fueras capaz de ponerle una loza a 40 centímetros. Es muy duro trabajar en la mina. Tienes 500 metros encima de tierra. No ves. Al polvo súmale el ruido que me ha dejado con una pérdida auditiva del 50%, debido a mi trabajo, además está la humedad del ambiente. Yo entro a trabajar y cuando salgo es como si me hubiera duchado con la ropa puesta. Se dice que la silicosis se ha erradicado del país, pero este año se han declarado 64 casos en la minería española. La silicosis también parece que estorba, porque según dicen la asistencia médica van a cerrarla, nuestra enfermedad no puede prescindir de especialistas capaces de atenderla… porque esa enfermedad cuando entras en el primer grado es crónica, no se quita, al paso del tiempo llegarás a tercer grado. El que tenga declarado un primer grado de silicosis posiblemente morirá de una afección pulmonar.
Hay mucha desinformación sobre el tema
A veces vienen estudiantes a visitar la mina y se quedan sorprendidos por el desconocimiento que se tiene en el exterior del trabajo que hacemos, todos coinciden en que no trabajarían entre ruidos y polvo; es una cosa muy desconocida. Además, cuando se quiere informar se desinforma a la población porque se dan cifras que no son reales porque no es verdad que el 42% de los mineros se jubile con una pensión sobre 2,100 euros. El 80% tiene un sueldo como cualquier español. Pero me quedo de piedra cuando el Ministro Soria declara en televisión que los mineros somos privilegiados porque nos retiramos con 3 mil euros y con 40 años.
Araceli: ¡eso es una mentira!
Jesús: es un torpedo en la línea de la explotación. Claro pero si lo miro desde fuera… a mi me convencen ¡qué quieren estos mineros!, pensaría.
Araceli: nosotros estamos como el resto de españoles: somos una familia que tiene tres hijos, pagamos hipoteca, pagamos el coche, y yo cobro mil cien euros de ayudante de minero, como puede cobrar cualquier persona que trabaja en un supermercado.
Jesús: Ahora dan a entender que el dinero me lo regalan. No señor: ¡Yo soy un destajista! Cuando entré a trabajar en la mina mi primer sueldo fue 968 euros.
Araceli: ¿Y el mío? Hace seis años 870 euros cuando trabajaba en las cintas. Ahora cobro mil cien euros por bajar a 700 metros bajo la tierra y a jugarme la vida cada día.
¿Cuántas horas al día?
Araceli: 7 horas y cuarto
¿Cuánto tiempo llevas trabajando en la mina?
Seis años.
¿Y qué los animó a venir a Asturias?
Jesús: La falta de trabajo. Nosotros vinimos de otra cuenca minera.
Araceli: nos vinimos a Asturias para trabajar. Dejamos todo para venir. Esto en su momento era un buen trabajo.
Jesús: Yo me fui forzado a marchar de León porque la empresa donde yo estaba cerró. No es una cosa nueva. Desde que se firmó la reconversión del sector se han ido cargando el sector minero poco a poco. Daban opciones a los empresarios bastante golosas para cerrar la empresa. La primera empresa de España que se acogió a lo del cierre por reconversión fue Ulleras de Savero. Yo trabajé en una empresa que trabajaba para ella, había 1500 mineros. Y esa se acogió voluntariamente con sus propios trabajadores. Cerró la dirección de la empresa con los trabajadores. Yo me acuerdo de esa zona minera de León por excelencia, me acuerdo de ver pueblos con diez mil habitantes. Para que un pozo funcione necesitas otro tipo de infraestructuras al lado pero toda esa industria está enfocada a ese sector, si ese sector falla, falla todo. Hace un par de años nos fuimos por allí en verano y vimos pueblos fantasmas. Se te cae el alma a los pies. Antes no había donde residir. Tú trabajabas en la mina y la alternativa más cercana para vivir la tenías a 30 kilómetros. No había donde alquilar; donde vivir.
¿Y ahora cuantos años llevas en este pozo?
Jesús: Voy para nueve. Durante una temporada me vi obligado a trabajar fuera de la minería y luego me cogieron, pero eso es dificilísimo porque una vez que sales del sector de la mina ya no vuelves. A mí me permitieron volver porque mi padre tuvo un accidente mortal en la mina y a través de convenios entre sindicatos los familiares tienen prioridad para cubrir esos puestos. Cuando yo vine al Entrego me gustó este pueblo. Yo estuve viviendo en Ciaño porque no fui capaz de encontrar residencia y ahora sin embargo hablas con el panadero, el del bar, los pisos se alquilan, se venden. La ventaja es que aquí se está mejor comunicado. Yo cuando vine los fondos, lo que son infraestructuras se hicieron, pero en el futuro esta zona quedará como una zona de ciudades dormitorio. Ha bajado mucho en nueve años. Antes era increíble. Había más movimiento, ahora lo ves menguar. Llega un momento en que los hijos de esos mineros se tienen hacer las maletas para ir a Madrid, Barcelona. Una vez que se cierra la mina no tienes salida.
Está contemplado ya.
Hombre. Yo creo que en ocho años pueden pasar muchas cosas.
¿Pero tienen algún plan alternativo?
Jesús: desde que estoy en la minería no tengo planes. Esto es un día a día, siempre fue así. Viene un nuevo plan y tú sabes que tienes cuatro años de relativa normalidad laboral, relativa porque luego vienen los incumplimientos. Los incumplimientos de los planes vienen de toda la vida. Ahora lo que pasa es que se pliegan a unas demandas que vienen de fuera. Yo lo que veo es un acoso y derribo de los derechos de la ciudadanía en todos los sentidos. Hablan de crisis, crisis, pero llega un momento que ya no entiendes nada. Nosotros estamos en crisis continua. Cada plan en la minería es una crisis. Yo empecé a trabajar a finales de los ochenta, mala época en este país para encontrar trabajo. Se recortaron más derechos.
Araceli: pero ¿quién dice que hemos vivido bien? Tú llevas trabajando desde los dieciséis años.
Jesús: Hay que concienciar a la gente…
Araceli: ¿cuando hemos vivido nosotros bien?
Jesús: no se trata de vivir bien o mal se trata de vivir dignamente…
Araceli: el gobierno dice que hemos vivido bien. Yo llevo trabajando desde los 18 años. Me duele muchísimo que mis hijos no puedan conocer la mina porque sé que no la van a conocer pero por lo menos que se queden aquí donde han nacido. Tener algo para ellos. Luchar para que aquí quede algo pero es que aquí no hay nada.
¿No creen que habría alguna manera de repotenciar el sector?
Jesús: Hasta ahora los gobiernos no se han implicado en hacer un tejido industrial aquí. Eso es lo que queremos y por lo que hemos luchado y por lo que los trabajadores de la mina han conseguido esos fondos para que las cuencas crearan ese tejido para evitar la despoblación.
Araceli: Lo que queremos es que desde el Ministerio de Industria se haga algo por este país relativo a las energías, porque nunca ha habido una política energética. Queremos llegar hasta el 2018, pero ¿y después? Este país tiene que tener una reserva estratégica sino el día de mañana vamos a depender del resto de los países como dependemos ya de casi todo.
¿Siempre se han complicado los acuerdos?
Jesús: Desde que tengo uso de razón todos los convenios han sido luchados. Siempre hemos tenido que acudir a la protesta y movilizaciones. Siempre nos estuvieron vendiendo que éramos un sector estratégico cuando la energía se disparase. Siempre se consideró una reserva estratégica nacional. De la noche a la mañana todo eso se esfumó.
Araceli: Somos un estorbo ahora.
¿Hay gente que se está yendo a trabajar en otro sector?
Jesús: El trabajo en la mina está estancado.
Araceli: En las comarcas no hay trabajo. Cualquiera que tenga trabajo ahora mismo no puede arriesgarse a dejarlo.
¿La mina siempre ha sido una alternativa al desempleo en la zona?
Araceli: Sin duda.
Jesús: Esta es una de las zonas mineras por excelencia.
¿Pero trabajar en una mina es rentable?
Jesús: ¿Y a qué llamamos rentable? A nosotros se nos acusa de que no somos rentables pero lo que es el baremo, kilo de materia prima por energía a nadie le interesa saberlo. Nadie quiere aceptarlo. La más barata es el carbón. Un kilovatio ahora con carbón sale a un euro y poco. Y luego pues están energías que se venden como alternativas y salen a precios realmente caros, la energía solar en España debió recibir subvenciones de 5 mil, seiscientos millones de euros. En el caso de la minería este año van a liberar de ayudas al sector lo que es a la producción de 110, millones de euros. La idea era ir cerrando minería y sacando empleo de ahí pero a su vez se dieron unos fondos a los ayuntamientos, provincias y gobiernos locales para que crearan infraestructuras y empresas, o sea según iba mermando ese sector ir levantando un tejido industrial pero eso no se cumplió. Ahora el Ministro… pregunta por el dinero. Como minero ese no es mi problema, lo que sí me compete es que esos fondos fuimos capaces de arrancarlos nosotros; como trabajadores. Aquí la lucha siempre fue nuestro trabajo, nuestro sueldo y nuestra comarca. Esta comarca está arriba gracias a los fondos mineros que logramos nosotros como trabajadores, estas autopistas la mayoría financiadas con esos fondos. Lo que es infraestructuras más que menos se ha conseguido pero la reindustrialización ha fallado. Yo trabajo en un pozo que al lado mismo tienes la cara y la cruz: está en decadencia, no entra gente nueva cada vez quedamos menos y se supone que al lado mismo está una de las empresas que se vendió como una bandera de la industrialización y ha durado abierta un año.
¿Y como se llama?
Alas Aluminium
Y como esa empresa te puedo mencionar más: Venturo21 Las empresas venían aquí agarraban esos fondos hacían la operación y una vez que se consumían esos fondos desaparecían, el personal a la calle y las ayudas se van con el dueño de la empresa. Eso se viene dando desde que empezó esto. Al día de hoy empresas fuertes creadas con esos fondos, muy pocas.
¿No hay interés?
Araceli: Hay interés especulativo de los ayuntamientos de coger todo el dinero que puedan. ¿Tenemos que seguir nosotros los trabajadores también donde van a parar esos fondos? ¡Eso lo tiene que hacer el gobierno! ¡Es una de sus labores! ¡No nos la pidan a nosotros!
Jesús: la imagen que se da es que eso es culpa nuestra, que nosotros hemos dilapidado el dinero, no: ¡nosotros lo hemos conseguido!
¿Qué pasa con la negociación?
Jesús: Había un plan en vigor desde el 2006…Esto pasa como lo de Bankia: de haber 3,600 millones de beneficios a haber un agujero de 23, 000. Y eso es contabilidad pero es que eso no lo entiende un ciudadano y un economista te da unos datos y otro los contrarios, entonces sale el ministro Soria a decir que si la minería es el sector que más se lleva, que más ha tenido, si tu dices eso a la opinión publica, es lógico que se pregunte donde están esos 24 mil millones de euros, pero cuando se empezó con estas historias aquí había 80 mil mineros. Hunosa tenía 20 mil empleados. Había cantidad de empresas. Según se fue cerrando el sector esas ayudas se detuvieron. Luego dicen que nos han dado 24 mil millones de euros, estás hablando de un periodo de 20 años. Y luego la mayoría de ese dinero destinado a las cuencas ha sido para infraestructuras.
Y ahora la actitud cual va a ser
Seguir. Es que no tenemos otra. Tendríamos que haber llegado al 2017 con estos recortes y estamos en el 2012. Ya nos está poniendo en situación crítica. Ese recorte estaba programado a un año antes del cierre con una cantidad de mineros inferior, con una cantidad de explotaciones inferior. Menos dinero pero también un sector más pequeño para repartir ese tipo de ayudas.
¿Y cuantos son los que están dispuestos a seguir?
Bueno por suerte o por desgracia la minería es un sector muy unido y que siempre nos hemos tomado estas cosas muy en serio. Aquí cuando se dice se para se para. Servicios mínimos que establezca la empresa por motivos de seguridad y se para.
Y después viene el ruido…
Bueno, empezamos primero haciendo movilizaciones, pitadas; marchas, nos pusimos en huelga. Resultado nada, pasó una semana y nada, dos semanas; nada. Hubo que llamar la atención ¿y como llama la atención un trabajador?, haciéndose notar y ese es el problema que cuando te sales de tus derechos molestas a los demás y en cualquier huelga siempre hay personas perjudicadas, pero a veces no tienes otra salida que “echarte al monte”, como antiguamente se decía. Te haces notar pero no porque no tengamos respeto a la ley, se trata de forzar el diálogo. Que hay gente en contra de este comportamiento yo lo entiendo. Es duro que con más de cuarenta años y una familia tenga que estar en estas situaciones. No me las pide ni el cuerpo, ni la educación, pero es que no queda otra alternativa.
Es como dar un paso más…
Pero eso es lo triste. Si al final y al cabo la problemática de la minería es una agresión al trabajador, a los derechos laborales. El gobierno ha firmó unos acuerdos con la parte que representa a los trabajadores mineros de este país y no puede saltar así a las primeras de cambio. Es como si yo voy al banco, me hago una hipoteca y digo, oye no quiero esto ya. Nosotros no somos extremistas, el problema no es ir más allá, el problema es cuando te das cuenta que no tienes futuro. Ahora literalmente ya no me estoy jugando mi vida sino la de mis hijos. Yo puedo entenderlo como persona adulta, pero a mi hijo ¿Qué le pongo de comer?, ¿qué haces con tu familia?, no sé; como cuando coges un jabalí que ves suelto y si acabas arrinconándolo probablemente acabe mal la cosa, cuando se ven cosas de este tipo se dice que buscamos salir en televisión. No buscamos conflicto, se trata de llegar a un acuerdo por todos los medios.
Pero por lo visto surgieron algunos enfrentamientos…
Jesús: hubo una carga desproporcionada, bestial, yo he vivido más planes pero una carga como las que nos metieron aquel día me dejó asustado, lo normal es que después de un corte de carretera la Guardia Civil te diga bueno venga te damos diez minutos para desalojar pero ese día sin previo aviso se presentó un cuerpo de elite y cargaron con botes de humo, pelotas de goma y al zambombazo nos sacaron de ahí y hasta un piquete fue desalojado por un Guardia Civil que llevaba una pistola en mano. Quiero pensar que ese Guardia Civil algún problema tiene porque si eso va a ser la respuesta que va a tener la minería el ambiente se puede poner más tenso y alguien puede salir perjudicado. No estoy echándole la culpa a los cuerpos de seguridad pero se empiezan a perder los papeles. En la minería a lo duro estamos habituados. Nunca nos han amedrentado ni nos amedrentarán ahora. Si siguen por ese método tendrán que hacer una cárcel porque ahí cabemos 5 mil mineros.
Narrador, guionista y editor.