“Parece mentira que 30 años después tenga que volver a la calle para reivindicar, no ya mis derechos, sino los de mi nieta”. De esta manera resumía Carmen, la sensación de indignación de todos los mayores de 50 años presentes en la concentración de ayer en Madrid contra la reforma de la Ley del Aborto anunciada por el ministro de Justicia. Una manifestación anunciada bajo el título de ‘Tócale el Pito a Gallardón’, que pretendía que las y los ciudadanos demostraran su rechazo a un recorte de derecho de tal magnitud con silbatos.
Unas trescientas personas se concentraron en las aceras de la calle Génova, a un lado y a otro, pese al continuo acoso de los agentes de policía por evitar que la manifestación se extendiera. Cuando ya no se cabía en la cera, ocurrió lo que la policía podría prever: la marcha se desplazó al asfalto. Los y las manifestantes invadieron la calzada, que ya había sido cerrada al tráfico, mientras unos pocos agentes retenían en las aceras a unas pocas personas. Esta acción provocó más de un momento de tensión, que se solventó cuando los manifestantes se sentaron pacíficamente en el suelo.
Una escena en la que se podía ver las pancartas propias de otro siglo como ‘Nosotras parimos, nosotras decidimos’, pero que se hacen imprescindible en pleno debate sobre este derecho. Otras manifestantes homenajearon al grupo ucraniano Femen, conocidas por sus manifestaciones contra los ataques del patriarcado desnudas y con lemas inscritos en sus propios cuerpos. También muchos hombres, quisieron manifestar su deseo de que el aborto desaparezca del código penal. El resultado, al menos cuatro detenidos y decenas de identificados.
La soledad de la contrarreforma
Gallardón ya propuso en enero de 2012 que modificaría la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. En ese momento, los sectores más reaccionarios del PP le exigían derogar la ley de plazos de Zapatero y puntos tan comentados como el derecho a decidir de las menores de edad por sí mismas. Pero el ministro de Justicia, cuyo padre ya recurrió hasta la propia ley de supuestos de 1985, fue mucho más allá. No sólo quería dejar a las mujeres como meras incapaces tuteladas por el Gobierno o un equipo médico para decidir sobre su cuerpo, sino que reducía las concesiones públicas para estas intervenciones dejando sólo para ricos esta ayuda.
Y fue un poco más allá. Igual demasiado, tal y como recogen las declaraciones de colectivos de familias numerosas y de numerosos miembros de su partido, cuando aseguró que la malformación del feto tampoco se contemplaría para interrumpir el embarazo. Una decisión a ojos de los médicos aberrante y de las familias que han dejado de recibir ayudas en la vacía Ley de Dependencia sentenciada por el PP. Así que no es de extrañar que hasta los sectores más duros hayan dejado sólo a Gallardón, que lleva año y medio retrasando hasta el borrador de la propuesta.
ESCRACHE FEMINISTA EN LA SEDE DEL PP DE BARCELONA
Las movilizaciones contra la introducción de la reforma de Ley que prohíbe y criminaliza el aborto libre, propuesta por el actual Ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, han tenido lugar en diferentes ciudades.
En Barcelona, la concentración estaba organizada por la “Campanya pel dret a l’avortament lliure i gratuit”, y ayudada por las redes sociales. La calle Urgell ha sido cortada por los manifestantes, donde se ha leído el manifiesto de la convocatoria. “Les dones parim, les dones decidim” , “dret al propi cos”, “avortament lliure i gratuit” han sido algunos de los gritos que se han podido escuchar delante de la sede del PP.
Un escrache por los recortes, por la represión sexual, a la maternidad obligatoria, a la carencia de prevención de enfermedades de transmisión sexual, a la falta de educación sexual y afectiva y al control sobre el propio cuerpo de las mujeres. La Campaña por el Derecho al Aborto Libre y Gratuito fue crítica con la Ley de Derechos Sexuales y Reproductivos y de Interrupción Voluntaria del Embarazo del 2010, puesto que, a pesar del avance, no responde a las necesidades reales de autonomía y capacidad plena de decisión de las mujeres.
Las diferentes plataformas que han acudido a la concentración, insisten en que la reforma del ejecutivo se trata de un retroceso en el derecho de las mujeres y su capacidad de elegir libremente.
Después de la lectura del manifiesto, asistentes a la concentración han relatado sus experiencias en torno al aborto, y se han realizado debates. Ana Denaeyer, representante de la desaparecida DAIA (Dones per l’autoconeixement i l’anticoncepció), quiere pensar que toda esta política del PP se trata de una cortina de humo, recalca que no se puede permitir este retroceso en el derecho de las mujeres, y que esta reforma no tiene ningún sentido. Betlem, representante de Caladona.org insiste en que este tipo de convocatorias seguirán promoviéndose porque existe esta necesidad de expresar y salir a la calle, en defensa al derecho del propio cuerpo.