Que existe una relación directa entre los diferentes microorganismos que residen en nuestro sistema digestivo y el cerebro es un hecho que cada vez menos científicos dudan. Que dichos microorganismos son fundamentales para el mantenimiento de una buena salud general es algo igualmente demostrado. De ahí que el cuidado de esta microbiota se refleje claramente en un estado mental y físico adecuado.

En este sentido, según publica la American Society for Microbiology, un estudio afirma que el hecho de que una persona esté sometida a niveles de estrés por encima de lo normal podría ser causa de modificaciones sustanciales en su flora intestinal, así como de un aumento del riesgo de padecer enfermedades autoinmunes.

El experimento, realizado en ratones, mostró como estos sufrían cambios en la composición de la flora de sus sistemas digestivos tras haber sido expuestos a encuentros con otros ratones agresivos como fuente de estrés. Una vez analizados los ganglios linfáticos de los ratones estresados, se descubrió una mayor presencia en ellos de bacterias patógenas y células relacionadas con el desarrollo de enfermedades autoinmunes como la esclerosis, la esclerodermia o el lupus, entre otras.

Vida tranquila y dieta sana, la mejor forma de combatir los problemas digestivos

Como resultado del estudio se desprende directamente que mantener bajos los niveles de estrés propicia una flora intestinal sana y, por tanto, un mejor tránsito gastrointestinal, lo que redunda en una digestión más saludable.

Si, además, a esto le añadimos el mantenimiento de una dieta sana en la que se incluya el consumo de productos probióticos, pues son una fuente natural de bacterias y microorganismos necesarios para recuperar la flora, los efectos positivos serán mayores y palpables en un plazo más corto.

Entre los mejores probióticos que podemos introducir en nuestra alimentación sin recurrir a fórmulas de laboratorio tenemos, por ejemplo, productos como el yogur, los encurtidos, el kéfir, el chucrut o, también, una de las bebidas de moda en la actualidad, la kombucha.

Practicar actividades relajantes y que activen el cerebro reduce el estrés

Para combatir el estrés de forma eficaz es necesario que nuestra mente sea capaz de desconectar de la rutina diaria. La mejor manera de conseguirlo es realizando actividades que hagan trabajar a nuestro cerebro, pero de una forma distendida.

Un buen ejemplo de algunas de estas actividades son las que se desarrollan en la plataforma Classland, donde los usuarios pueden optar por opciones tan variadas como clases de idiomas, ejercicios de tonificación o cursos de repostería.

Sin duda, esta es una excelente forma de promover los buenos hábitos de vida, esos que nos dan la energía necesaria para superar cualquier obstáculo que pueda presentarse en nuestro día a día, al mismo tiempo que favorecen nuestra salud y nos alejan de las enfermedades.

Por lo tanto, ya sabes, si quieres mantener en forma tu flora intestinal, aléjate del estrés, combátelo con actividades saludables y mantén una dieta equilibrada y rica en probióticos naturales.

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