¿Se imaginan asistir a un encuentro de la Holanda de Cruyff, Neeskens, Janzen, Rep y compañía, contra el actual Barça de Pep Guardiola? O, en el hilo de la ficción, ¿cabe suponer qué significaría presenciar un torneo de artes marciales en que los grandes héroes de todos los tiempos (He-man, Son Goku, Bruce Lee, Jesús, etc) se enfrentaran entre sí por la victoria final? Sin lugar a exageraciones, la propuesta de CosmoCaixa Barcelona sobre el impresionismo francés se sitúa a este nivel de excepcionalidad, de vigoroso reclamo y de cita obligatoria para todas aquellas personas que, sin necesidad de ser expertas o licenciadas en Bellas Artes, disfruten con la excelencia de una de las múltiples expresiones de lo artístico.
Los espacios de la exposición recorren los inicios de la escuela de Barbizon hasta los retratos realizados por impresionistas y postimpresionistas, deteniéndose, por supuesto, en las pinturas paisajísticas, la renovación de la naturaleza muerta o en los instantes capturados de la vida cotidiana. Cualquiera juzgaría que una exposición de este empaque y lustre dispondría de lugar más apropiado en el Museo Nacional del Prado, en Madrid, o en el Museu Nacional d’Art de Catalunya, en barcelona. Sin embargo, la exposición en el CosmoCaixa Barcelona es la única parada que esta colección de obras maestras pertenecientes a la colección Clark realiza en el estado español.
La posibilidad de admirarse ante “Ocas en el arroyo” (1874) de Claude Monet o “Bahía de Nápoles, anochecer” (1881) de Pierre-Auguste Renoir, por citar sólo un par de obras que, ante su contemplación, moldean en el espectador esos extravagantes estados de ánimo infantiles de las tardes de verano, que oscilan irremisiblemente entre la tristeza vaga y el gozo sosegado. En definitiva, lo que se diría “alta cultura de estética kantiana al alcance de todos los bolsillos”, pese a la evidente contradicción. Si residen en Barcelona y en próximas fechas reciben la visita de alguna amistad o familiar, no duden en invitarle a «Impressionistes. Mestres francesos de la col·lecció Clark»: se anotarán un tanto de buen gusto y distinción. De nada.
