Aunque la Fundación Katia Dolle asegura que su objetivo es “ayudar a personas con trastornos del desarrollo» y con «trastornos complejos de la salud”, las fuentes consultadas por Civio tachan sus prácticas como engañosas. No es la primera vez que una entidad que promociona pseudoterapias se reconoce en España como fundación, lo que permite acceder a ciertos beneficios fiscales.
El jueves 3 de octubre, el BOE publicó la inscripción de la Fundación Katia Dolle en el Registro de Fundaciones. La entidad, presidida por la propia Katia Dolle, administradora solidaria de una empresa homónima, tiene como objetivo “ayudar a personas con trastornos del desarrollo, así como con trastornos complejos de la salud”, como el trastorno del espectro autista (TEA) o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Los fines de la fundación incluyen “la formación, la investigación, el trabajo terapéutico y psicológico y de salud con ciencia naturopática y psiconeuroinmunoendocrinología (PNIE)”, aunque, según las fuentes consultadas por Civio, las prácticas que promociona no tienen base científica y resultan engañosas.
Tras la publicación en el BOE, la Fundación Katia Dolle destaca en su web el reconocimiento obtenido como “organización sin ánimo de lucro”, aunque, en paralelo, la sociedad limitada continúa en activo. Su página oficial incluye además videotestimonios donde se defiende la “recuperación total del autismo” a través del método Katia Dolle, un programa que también aparece mencionado de forma explícita en el BOE. Según la fundación, dicho método surge tras “más de 10 años de investigación” y consiste en “técnicas naturopáticas de vanguardia (exclusivamente naturales)” para abordar trastornos “a través de lo cognitivo, neurológico, psicológico y social”, sin dar muchos más detalles al respecto.
El Observatorio OMC contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias, impulsado por la Organización Médica Colegial, considera la naturopatía dentro de su listado de pseudoterapias. Por su parte, las fuentes consultadas por Civio niegan que Katia Dolle sea una experta reconocida en este ámbito. “No sé quién es. No es una figura de referencia académica ni clínica, ni internacional en el ámbito de los trastornos del neurodesarrollo, que sepamos ni conozcamos”, explica Javier Prado Abril, presidente de la Sociedad Española de Psicología Clínica (SEPC-ANPIR). Y añade: “Es infrecuente que los tratamientos lleven el nombre del autor de referencia. Hace pensar que esto es algún tipo de negocio”, afirma. La neuropediatra María José Mas Salguero coincide con su opinión. “No la conocía. Y no consta qué estudios tiene ni por qué dice ser experta en trastornos del neurodesarrollo sin ningún título o universidad que respalde su método o su investigación”, explica.
Además, en las principales bases de datos donde se publican la mayoría de estudios científicos, como PubMed o Google Scholar, no hay rastro de la supuesta experiencia científica y profesional de Katia Dolle sobre este tipo de trastornos. Tampoco consta ningún estudio de Katia Dolle ni trabajos sobre el propio método que promociona, como también destacan desde la Sociedad Europea de Psiquiatría Infantil y Juvenil (ESCAP, en inglés). “Lo que resulta poco ético y se aparta del método científico es que si en esta fundación tienen estudios que avalen sus afirmaciones no los compartan para que puedan ser evaluados por la comunidad científica”, dice la neuropediatra María José Mas Salguero.
“Nunca habíamos oído hablar del método ni aparece en las guías y manuales sobre prácticas para el autismo”, añade Mar Merinero Santos, técnica de investigación y transferencia del conocimiento de la Confederación Autismo España, que agrupa a las casi doscientas asociaciones que prestan ayuda a las personas con autismo y sus familias. “Este tipo de métodos poco transparentes, con dudosas evidencias contrastadas y que afirman recuperar o curar el autismo, hace que las personas autistas y sus familias se encuentren desorientadas a la hora de elegir una actividad, intervención o tratamiento, desarrollen falsas expectativas en relación con los resultados y sean vulnerables a situaciones de potencial abuso y estafa”, agrega.
En internet, algunos usuarios también alertan de varios problemas. “[El método] es como si crees o no crees en Dios. Tienen una campaña de marketing brutal, de hecho la única vez que Katia se comunicó conmigo fue para que realizáramos reseñas positivas. Un padre hace todo lo posible por las necesidades de un hijo y se aferra a un clavo ardiendo, pero desconfiad de los remedios milagrosos (previo pago por adelantado), porque hacer el curso es caro y vas a quitarle terapias a vuestros hijos por no poderlas pagar y no os va a aportar mucho más. En mi caso, me he sentado desatendido, desamparado y en algún momento hasta estafado. Por supuesto que no lo recomiendo”, denuncia Joaquín en una reseña de Google. Otra usuaria, Adriana, también critica las prácticas de la recién nacida fundación: “Los niños toman muchos suplementos. No recomiendo el programa de Katia Dolle. Se presenta como una gurú del autismo y no lo es… Cuando los niños entran en su programa ella compromete a los padres a hacer videos testimonios (que son los que están en Youtube), si los padres no los hacen los saca del programa”. La Fundación Katia Dolle no ha contestado a las dudas planteadas por Civio sobre su actividad ni sobre este tipo de críticas negativas.
No existe cura ni para el autismo ni para el TDAH
“El [trastorno del espectro autista] no es una enfermedad, y por lo tanto, no se puede curar, si bien sí pueden tratarse adecuadamente con la estimulación precoz de las áreas afectadas (lenguaje, socialización, atención…) y, en ocasiones, con fármacos, facilitando en gran parte de los casos una mejora en la calidad de vida para estos pacientes y sus familias”, explica la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) en un comunicado remitido a Civio. “En el caso del TDAH, un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, facilitado por un profesional sanitario debidamente formado, permiten una evolución positiva, de manera que muchos pacientes mejoran de forma marcada, permitiéndoles mejorar su rendimiento académico, su comportamiento, sus relaciones sociales, y en definitiva mejorar su autoestima”, añade la entidad. Y su conclusión es tajante: “Cualquier otra pseudopráctica o pseudotratamiento sin base científica puede poner en riesgo la salud de las personas con trastorno del espectro autista y con TDAH”.
¿Qué se necesita para crear una fundación?
El elemento clave para poder constituir y registrar una fundación, además de cumplir los trámites burocráticos, es que los fines que persiga sean “de interés general”. La ley de fundaciones cita, por ejemplo, los objetivos científicos, sanitarios y de investigación. Para determinarlo, el Protectorado de fundaciones, organismo dependiente del Ministerio de Cultura a nivel estatal, debe emitir un informe sobre si ese requisito se cumple o no.
No es la primera vez que entidades que promocionan prácticas engañosas son consideradas de “interés general”. En 2020, en plena pandemia, se conoció el registro de la Fundación Viguelut, que promociona pseudoterapias y rechazaba el uso de mascarillas contra el coronavirus, a la vez que su presidente afirmaba que “no había tantos muertos por COVID-19”. Tres años antes, en 2017, el BOE daba a conocer el registro de la Fundación Abio, que incluía “la promoción y fomento de las medicinas naturales”, basadas en “la autocuración, las energías sutiles y los remedios sencillos”.
Tras verificar, al menos supuestamente, el interés general, deben efectuarse otra serie de trámites. Uno de los más importantes es abonar una dotación fundacional, ya sea en especie o de dinero, que suele rondar los 30.000 euros. El BOE donde se publicó el registro de la Fundación Katia Dolle confirma que los promotores desembolsaron esta cantidad económica como paso previo a su constitución. En el caso de cumplir todos los trámites, la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, antes conocida como Dirección General de los Registros y del Notariado, que depende en este caso del Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, inscribe a la organización en el Registro de Fundaciones y su resolución se publica después en el BOE, como sucedió también con la Fundación Katia Dolle. Entre los beneficios de crear una fundación, destaca la opción de acceder a ciertas subvenciones o de conseguir la exención del impuesto de transmisiones patrimoniales y del impuesto de sociedades en la mayoría de los supuestos.
“Una fundación debe trabajar para fines de interés general y beneficiar a colectividades de personas, apoyando su causa. Flaco favor hace esta fundación si da información incierta o sin base científica alguna que puede generar confusión y falsas expectativas”, critica Mar Merinero Santos, portavoz de la Confederación Autismo España. Por su parte, el psicólogo clínico Javier Prado Abril denuncia “la dejación de funciones” de la administración al autorizar que esta entidad se convierta en fundación. Algo que comparte la neuropediatra María José Mas Salguero, que pide “más controles antes de poder inscribir una fundación cuyos propósitos no cumplen las mínimas reglas científicas y éticas exigibles a cualquier profesional colegiado”.
Metodología:
La Fundación Katia Dolle no ha contestado a nuestras preguntas sobre su actividad de lucro a través de la sociedad limitada homónima, en contraste con la naturaleza de una fundación, sobre la formación y experiencia de Katia Dolle en relación con los trastornos del neurodesarrollo ni sobre la supuesta evidencia científica detrás de sus actividades. Tampoco hemos encontrado información sobre Katia Dolle ni sobre el método que promociona en repositorios científicos como PubMed y Google Scholar, después de hacer una búsqueda usando palabras clave como “Katia Dolle” o “método Katia Dolle”, tanto en español como en inglés. Únicamente en Google Scholar hemos encontrado un enlace a unas jornadas organizadas por la promotora cultural de El Corte Inglés y a un trabajo de final de grado de una universidad chilena donde se referencia a Katia Dolle como referente de la “medicina ortomolecular”, práctica reconocida por el Ministerio de Sanidad como una “pseudoterapia”. Aunque Katia Dolle tiene varios libros publicados, esta no es la forma convencional de dar a conocer los resultados de una investigación científica que se haya llevado a cabo de manera rigurosa.
Civio ha preguntado al Ministerio de Cultura, del que depende el Protectorado de Fundaciones, y al Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes por el registro de esta nueva fundación y por cómo se ha evaluado el interés general antes de dar luz verde a su inscripción, sin recibir respuesta al cierre de este artículo.
Además, la Asociación Española de Psiquiatría de la Infancia y de la Adolescencia (AEPNYA) ha declinado responder a nuestras preguntas. También hemos preguntado a la Federación Española de Asociaciones de TDAH (FEAADAH) y a la European Paediatric Neurology Society (EPNS), sin recibir contestación por el momento.
Fuente originial: https://civio.es/el-boe-nuestro-de-cada-dia/2024/11/14/fundacion-katia-dolle-autismo-tdah/?utm_source=Lista+General+de+Civio&utm_campaign=24b69cc663-Fundaci%C3%B3n+Autismo+Fake&utm_medium=email&utm_term=0_-9576b146f6-127723665&mc_cid=24b69cc663&mc_eid=e246bf2412
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