Con el título “Verdad y justicia para las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura” se celebrará, el 16 de diciembre, una gran mesa redonda donde se presentará públicamente la causa 4591/2010, que instruye la juez argentina María Servini de Cubría, por crímenes de genocidio y/o lesa humanidad cometidos por el régimen franquista y durante la Transición, en el periodo del 17 de julio de 1936, hasta el 15 de junio de 1977.
Con el título “Verdad y justicia para las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura” se celebrará, el 16 de diciembre, una gran mesa redonda donde se presentará públicamente la causa 4591/2010, que instruye la juez argentina María Servini de Cubría, por crímenes de genocidio y/o lesa humanidad cometidos por el régimen franquista y durante la Transición, en el periodo del 17 de julio de 1936, hasta el 15 de junio de 1977.
Organizado por el Memorial Democràtic de la Generalitat de Catalunya, y con la colaboración de la Asociación Catalana de Juristas Demócratas (ACJD) y del Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada (CEJFE), el acto se celebrará el próximo día 16 de diciembre, a las 19:00 h, en la sede del CEJFE, sita en la calle Ausiàs Marc, 40 de Barcelona. Aunque las organizaciones catalanas que participan en la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CeAQUA), muy especialmente la Xarxa Catalana i Balear, llevan realizando actos sobre la Querella, como las concentraciones en la Plaza de Sant Jaume, podemos decir que la citada presentación será un hecho importante en la lucha por la verdad, justicia y reparación que se merecen los represaliados del franquismo y del posfranquismo y, hasta ahora, el gobierno y el Estado español les niega.
La presentación del acto estará a cargo de abogado Andrés Pérez, presidente de la ACJD; Josep Xavier Hernández, director del CEJFE, y Jordi Palou-Loverdos, director del Memorial Democràtic. Entre los intervinientes estarán José María Mena, exfiscal jefe del Tribunal Superior Justícia y Carlos Slepoy, abogado de los querellantes.
Hablaran los familiares de las víctimas
Sin duda, la presencia y los testimonios de familiares y represaliados le da carta de naturaleza a la mesa redonda, ya que muchos de ellos llevan decenas de años luchando porque se les escuche, deambulando por ministerios, juzgados y otras instituciones sin que se les hiciera caso y, por qué no decirlo, con el silencio de gran parte de la sociedad y de muchos partidos políticos que hoy pretenden ponerse a la cabeza de la manifestación. La justicia argentina y los diversos relatores de la ONU que han venido a España para recabar información y testimonios directos, han dado un poco de esperanza y sacado los colores el gobierno del PP y una judicatura española que, en contra de todos los tratados internacionales presentan, de facto, la Ley de Amnistía de 1977 como una ley de punto final, ley que no es aplicable a crímenes de lesa humanidad, como lo son los 150.000 desparecidos.
En el acto estarán, entre otros, Carles Vallejo, sindicalista represaliado de CC.OO. de la SEAT y actual presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH); Merçona, Imma, Carme y Montserrta Puig Antich, hermanas de Salvador, último agarrotado por el franquismo en 1974, y Antonio Martos, hermano de Cipriano Martos, antifascista y sindicalista que fue asesinado en la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Reus el 17 de septiembre de 1973. Cipriano fue detenido después del reparto de propaganda en Igualada (Barcelona) y tras una redada en su ciudad de residencia, Reus (Tarragona). Sometido a torturas, le hicieron beber el contenido de una botella con ácido sulfúrico, que tras varios días de agonía, le produjo la muerte cuando tenía 30 años de edad. Fue enterrado en la fosa de beneficencia del cementerio de Reus, donde hoy hay una lápida con su nombre. El certificado de defunción, que reproducimos por primera vez aquí, pone como causa de la muerte: “Hemorragia interna”.
Cipriano, obrero de la construcción, pertenecía a CC.OO. y la OSO, ésta última la organización sindical del Partido Comunista de España (marxista-leninista) y del FRAP, organizaciones en las que militaba el joven. El caso de Cipriano ha sido incorporado reciamente a la Querella, y la familia pide que la juez argentina identifique a los mandos y guardias que participaron en las torturas, cosa que la Guardia Civil se ha negado hasta ahora, así como que la magistrada María Servini realice las requisitorias pertinentes para que le sean entregados a los querellantes la documentación del caso, registro de detección, nombre del juez que le tomó declaración a Cipriano y que debido a su estado no pudo responder, informes del hospital San Juan de Reus (hoy Hospital Universitari Sant Joan) donde fue atendido en un primer momento, etc., todo ello denegado en una maniobra más para sepultar este caso que llevó 40 años oculto a la gran mayoría de la sociedad y que hoy empieza a salir a la luz, poniéndonos, una vez más, ante la imagen del espejo de la más negra historia reciente de nuestro país y que algunos quieren que siga ahí, como una imagen latente que hay que olvidar.