Hay gentes tan llenas de sentido común, que no les queda
el más pequeño rincón para el sentido propio.
Miguel de Unamuno (1864-1936)
Uno de los recursos de estilo literario más difíciles de conseguir es la ironía. Si no se usa con el duende de Oscar Wilde acabas metiendo la pata hasta la garganta. Entonces podemos echarle la culpa de la gansada que hemos dicho, escrito o tuiteado a que no supimos usar la ironía. Lo que no podemos hacer es justificarnos, y menos si trabajamos en un medio de comunicación, argumentando que no hemos sido entendidos. Si es así, si no te has sabido explicar, es que eres un incapaz en tu trabajo. La gente puede estar más o menos informada, puede que no tenga formación formal, pero el pueblo, mayoritariamente, no es lelo. Al menos deberíamos partir de esa premisa.
El comunicador Buruaga opino en un tuit: “Ocurrencia de Andalucía, los niños por decreto tres comidas al día. Y por qué no una bicicleta”
Cuando la lluvia tuitera de insultos le supero intento pedir disculpas, aunque culpo a la gente de no ser capaz de entender una ironía:
“No se ha entendido o se me ha entendido mal a mí (…) Hay gente que se ha sentido ofendida a la que pido disculpas por la ironía, que no se entiende en un ‘tuit’. Lo que trataba de decir, y lo mantengo hoy, es que esto es demagogia y populismo”, ha señalado. (1)
Nos insultó dos veces.
Aparte de reclamarle su falta de tacto y de recurrir en el error de creer que somos tontos creo que deberíamos reflexionar sobre qué tipo de mentalidad moviliza a este personaje a decir una burrada detrás de otra.
Es indiscutible que el estado debe garantizar la alimentación a los futuros ciudadanos y ciudadanas y esto debe dejar de pasar:
“Los índices de pobreza infantil en España están entre los más elevados de los países desarrollados, según un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) que estudia esa situación en 29 de las economías más avanzadas del mundo”.(2)
Tomando las medidas que se deban tomar con contundencia y con todos los medios posibles, aunque suene a populismo.
Pero quería detenerme en la base del discurso, en porque el contenido es tan brutal.
Buruaga creyó hablar para el hombre del bar, del mundo acrítico desarrollado por el hombre medio de cerveza y carajillo a media mañana. En USA es el sentido común de la individualidad moral del hombre medio que Matt Groening dibuja en el personaje de Hommer Simpsom, para entendernos. En España está representado por la caricatura del votante del PP que va a los toros, mira Sálvame de Luxe y se muere por no poder pagar la tele por cable para ver el fútbol. Este prejuicio ha conducido a Buruaga al error.
Tenemos periodistas y opinionistas que difunden el sentido común de los privilegiados, el hegemónico, el homogéneo, el que le sirve a las clases dominantes para cohesionar y dirigir, es un elemento de subordinación. Y esto lo saben bien los asesores de imagen del PP. Apelar al sentido común vulgar, irracional, basado en el rumor, en miedos infundados y en principios de autoridad moral retrógrados y conservadores, es el arma que están utilizando continuamente los políticos del PP y sus lacayos de los mass media.
“Y por qué no una bicicleta” pues yo diría que también, ¿por qué no una bicicleta? no estamos hablando de la PSP, el Mercedes de los juguetes, hablamos de la bicicleta el juguete del pobre por excelencia, junto a la pelota y las muñecas de trapo, los juguetes de todos.
En realidad, en el fondo, y esto se ve claramente cuando dejamos de oír al sentido común, están hablando de una justicia, una sanidad, unos servicios sociales y una educación pública desmantelada y vendida. Argumentan basándose en la lógica de quienes están resucitando el modelo económico neoliberal propuesto por Milton Friedman. Es el sentido común que propone la privatización extrema, la selva, la lucha por la supervivencia y si no te adaptas al modelo te mueres. La ideología que lo sustenta es la de la salvación del más fuerte y del que se lo pueda pagar, que sobrevivan los mejores, el darwinismo social más brutal. Y todo esto aderezado por las opiniones de los periodistas afines al sistema y las salidas de contexto de los políticos conservadores que le dan fundamentación ideológica.
Propongo la locura de perder el sentido común, tres comidas a los niños y a las niñas y una bicicleta para todos y todas.
(2) http://www.un.org/spanish/News/story.asp?NewsID=26143#.UXQpobXxpS2
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.